Car image.jpg
 

Seguridad para conducir

Conducir es una parte importante de la vida diaria, pero la demencia cambia la seguridad que tenemos al volante.

Hablar con alguien sobre su capacidad de conducir puede ser difícil y emocional.


Normalmente puedo conducir hasta la tienda para conseguir mis medicinas, pero con el tiempo se me ha ido olvidando cómo llegar a casa. No tengo a nadie que me ayude con estas cosas, así que tengo que conducir a todas partes y esperar que sea capaz de volver a casa...
— Eugene
Mi madre no debería seguir conduciendo en la vía pública, desde que le diagnosticaron la demencia ha chocado con varios autos estacionados. Me preocupan las demás personas en la vía, pero no sé cómo hablarle de esto.
— Sherry

Me preocupa mucho mi padre y su forma de conducir. Mi esposa y yo creemos que ya no debería tener acceso a su auto, pero no sabemos cómo hablarle de sus planes para dejar de conducir. No queremos quitarle esta pequeña alegría en su vida.
— Danielle
Ha pasado un año desde que me diagnosticaron una demencia leve y no quiero dejar de conducir. He conducido bien toda mi vida pero siento que todos me hablan en forma condescendiente, me siento ahora menos hombre.
— DeMarcus

Gran parte de la información de esta sección se inspiró en el excelente recurso elaborado por investigadores de la Universidad de Wollongong, titulado "Demencia y conducción, una ayuda para la toma de decisiones". Puede revisar este recurso aquí.